Hagia Sophia, Presentacion a la clase
Escogimos Hagia Sophia para este análisis,
porque nos sirve para ejemplificar enteramente cada uno de los temas que hemos
tratado en ensayos anteriores. Este edificio tiene más de 1,500 años, por lo
que ha existido en gran parte de la historia de la humanidad. En un solo lugar
podemos ver como la arquitectura se conecta de forma inevitable con la matemática,
la historia, el arte, la identidad y la cultura. Usaremos nuestros ensayos
anteriores, que podemos resumirlos en tres puntos, para explicar por qué
escogimos este icónico edificio.
En uno de los previos ensayos, vimos que la proporción y los números son
la base invisible que une el arte y la arquitectura. También lo relacionamos
con el pensamiento racional y orden de los griegos en sus sistemas que
influenciaron la arquitectura que vino después.
Hagia Sophia es una de las
pruebas mas destacadas de la herencia griega. Cuando el emperador Justiniano la
mando a construir, en su diseño se incorporó una solución geométrica destacable.
Su cúpula gigante se mantiene estable encima de una base cuadrada debido a una invención
clave, las pechinas. Al analizar Hagia Sophia no solo vemos la matemática detrás,
vemos la evolución de la racionalidad griega y como llego a ser una estructura fuerte
y bella a la vez. Es ideal para demonstrar que la arquitectura mezcla a la perfección
la belleza y la función.
Nuestra idea principal ha sido
desde el comienzo que la arquitectura no solo sirve de refugio, o para ser
habitada, sino que también funciona como un registro social que siempre es
influenciada por la cultura, la religión y la nación. En la historia de Hagia
Sophia se ve representada de manera clara y evidente.
El edificio nació como la
principal catedral cristiana, pero después de ser conquistada por el Imperio
Otomano, se convirtió en mezquita. Este cambio fue drástico: tuvieron que
reorganizar todo el espacio, añadir minaretes y cubrir los mosaicos. Por eso,
Hagia Sophia es un testimonio vivo donde dos grandes imperios y dos religiones
dejaron su huella. Investigarla nos permite analizar físicamente cómo las
identidades culturales y religiosas chocan y se negocian dentro del mismo
espacio.
Finalmente, discutimos la dificultad de capturar la
"esencia" o el "alma" de un edificio, y que los dibujos no
pueden ser solo un registro "clínico o arqueológico".
Santa Sofía nos enfrenta al dilema más grande: ¿Cuál es su
verdadera "esencia"? ¿La iglesia, la mezquita, o el museo que fue?
Sus cambios constantes nos fuerzan a decidir qué significa la
"esencia" en un lugar que ha tenido tantas vidas. Por eso, nuestro
proyecto tiene que ir más allá de los planos técnicos; tenemos que usar un
enfoque tanto artístico como técnico para contar la historia completa de sus
distintas capas y reflejar esa identidad compleja.
Así que, para resumir, Santa Sofía
es el lugar ideal para aplicar todo lo que hemos aprendido: podemos ver la
herencia del pensamiento racional griego, cómo se mezclan el arte y la
proporción, y cómo un edificio se convierte en el mejor espejo de la transformación
social y religiosa a lo largo del tiempo. Es, simplemente, el cierre perfecto
para nuestra investigación.
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