El Renacimiento fue conocido como el período en que Miguel Ángel, Picasso y Sixto V contribuyeron al resurgimiento del arte en los siglos XVI y XVII. Revolucionó la forma en que se estructuraron las ciudades. Las ciudades modernas se diseñaron con mucha más intención que en siglos anteriores, adoptando un estilo de estructuración geométrico, simétrico y defensivo.
Su fascinación por crear la "ciudad perfecta" condujo a este estilo arquitectónico durante los años venideros. La transición a esta era ocurrió durante tiempos de guerra, cuando la pólvora y otras armas comenzaron a circular por el mundo. De repente, las ciudades no podían centrarse solo en ser construidas de manera armoniosa; también necesitaban ser construidas de manera protectora. Los fuertes utilizaban un estilo arquitectónico simétrico, ya que tener todo igual permitía una defensa equitativa desde todas las direcciones. El diseño militar en el Renacimiento combinó la defensa con la belleza y la armonía durante tiempos de cambio.
Roma es una de las ciudades más influyentes afectadas por el Renacimiento. La mayoría de la arquitectura romana está influenciada por la arquitectura estilizada de los siglos XVI y XVII. Incorporan el diseño de calles radial, un trazado geométrico de una ciudad dispuesta en un patrón circular. El diseño de la ciudad se convirtió en un punto focal en sí mismo, significando unión y estabilidad de un vistazo. Presenciar una ciudad estructurada con calles radiales da una impresión muy diferente y poderosa que ver el diseño orgánico o irregular de una ciudad, que a primera vista parece caótico e inductor al pandemonio.
A menudo convertían a las iglesias y edificios importantes en puntos focales fuertes dentro de las ciudades. Así no queda ninguna duda en la mente de nadie sobre la importancia del edificio una vez que lo miras. A menudo construían iglesias simétricas con una vasta plaza abierta frente a ellas; esta táctica permitía que la iglesia se destacara por sí sola y capturara la mirada de la persona sin tener una plétora de edificios alrededor distorsionando la vista de la iglesia.
En conclusión, el Renacimiento cambió significativamente el estilo de construcción en Europa, convirtiéndose en una forma de expresar una ciudad incluso antes de poner un pie dentro de ella. Roma, siendo un ejemplo principal de esto con su diseño de calles radiales y sus edificios importantes siendo una parte pivotal de la ciudad, instantáneamente tiene una presencia imponente a través de sus plazas abiertas y su diseño simétrico. Al final, el Renacimiento inició una marcha para la evolución de la arquitectura en la era moderna.
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